Virginia Duré


Narro… ¡porque me gusta! Para mí es como una invocación a la magia.
Siento que en ese momento la palabra me une al otro  profundamente.
Y me alegra ser oída en ese acto intenso y me gusta jugar con el silencio de cada pausa intencionada...
Y gozo con la complicidad de las miradas que me permiten escuchar al que me escucha.
Me gusta porque, a medida que la historia avanza, oigo otras voces que resuenan en la mía  y me van instalando en un tiempo que pareciera detenerse en otro tiempo...